
“La restricción del fenómeno ético a su lugar y su momento no significa su eliminación, sino, al contrario, su vigorización”.
Día 2 de mi vuelta a la rutina. Disfruté de toda mi semana en Roma y disfruto de mi vuelta a la rutina. Las vueltas a veces son más duras de lo que nos gustaría, sobre todo si nos da por machacarnos.
“Me he pasado”. “No debería haberme comido esa pizza”. “Tendría que haberme levantado antes para caminar más”. “¿Por qué no cambié ese helado por una manzana?”. “Ahora que he vuelto, reduciré los hidratos y las grasas para compensar”. “Me mataré a cardio”. “Rechazaré todos los planes sociales que me surjan“. “Iré a entrenar porque es lo que toca, pero no tengo ganas”.
BASTA
¿Nos hemos vueltos locos? ¿Desde cuando todas esas cuestiones o afirmaciones van unidas al término “SALUD”? Machacarse con preguntas estúpidas, culpabilizarse, restringirse, compensar, arrepentirse o castigarse NO corresponden a un “estilo de vida saludable”.
¿Es más saludable aquella persona que muere por comerse un helado, no lo hace y cuando tiene la ocasión se da un atracón que aquella que se lo come, lo disfruta y es capaz de volver a su rutina con ganas y sin obsesiones?
Restríngete algo y vivirás toda tu vida deseándolo obsesivamente.
Con todo esto no pretendo incitar a llevar un estilo de vida en donde abunde la comida basura, no me malinterpretéis. Pero si hay algo de lo que haces en tu vida que te crea ansiedad, obsesión y sentimientos negativos, plantéate un cambio urgente.
No hemos elegido este estilo de vida para pasarlo mal, para vivir martirizados o para que se convierta en todo lo contrario a lo que queríamos en un principio.
Ese día disfruté de aquel helado y de aquel paseo tanto como hoy lo he hecho de mis gachas y mi entreno.
Mírate al espejo y pregúntate ¿Te hace feliz el estilo de vida que has escogido? ¿Te llena? ¿Lo disfrutas? ¿Te permite ser libre? ¿Te permite desconectar? Si la respuesta es NO en tan solo una pregunta, cuestiónate de nuevo ¿Necesito un cambio?
Sonríe, quiérete y DISFRUTA DE TODO LO QUE HACES. La vida es demasiado corta como para restringirla.
También te puede interesar
0 comentarios